19/08/2021
DigitalRegulaciones de productos cosméticos: las reglas que indican cómo crear y traducir textos y etiquetas para este sector innovador
¿Qué es lo primero que viene a la mente ante la expresión “productos cosméticos”? ¿Belleza y cuidado personal? Aunque esto es lo más probable, este competitivo sector no se limita a productos de maquillaje y limpiadores, sino que hay mucho más detrás de su fabricación. Los textos y las etiquetas constituyen una parte significativa tanto de la producción como de la comercialización de productos y deben cumplir con las estrictas regulaciones sobre cosméticos, así como su proceso de traducción.
En 2018, el mercado mundial de cosméticos experimentó un crecimiento estimado del 5,5 por ciento, en comparación con el año anterior. A la cabeza se sitúa la categoría del cuidado de la piel (entre otras que incluyen cuidado del cabello, maquillaje, perfumes, artículos de aseo, desodorantes y cosméticos orales), que representa aproximadamente el 39 por ciento del mercado global. En plena crisis de la COVID-19, se prevé que el mercado internacional para el cuidado cosmético de la piel estimado en 145,3 mil millones de dólares americanos en el año 2020 alcance los 185,5 mil millones de dólares americanos en 2027, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 3,6 % durante el periodo de análisis 2020-2027.
Solo el mercado de productos cosméticos y cuidado personal alcanzó en Europa un valor de 78,6 mil millones de euros, en 2018, donde destacan los mercados nacionales de mayor volumen de Alemania (13,8 mil millones de €), Francia (11,4 mil millones de €), Reino Unido (10,9 mil millones de €), Italia (10,1 mil millones de €) y España (7 mil millones de €). Gracias a sus actividades económicas directa, indirecta e inducida, este sector proporciona más de 2 millones de puestos de trabajo, con 167730 personas en empleos directos y 1,63 millones indirectos en la cadena de valor de los productos cosméticos. Se prevé que el mercado europeo de productos cosméticos y de cuidado personal registre una tasa de crecimiento anual compuesto del 2,6 % durante el periodo 2020-2025. El 31,3 % de consumidores declaran haber comprado al menos un producto cosmético en línea durante el año 2020, lo que convierte al sector de la belleza en el cuarto mercado de comercio electrónico más grande en términos de número de clientes. Pero si bien las ventas en línea han aumentado, las ventas en las tiendas han caído lamentablemente como resultado de la pandemia.
Según Cosmeticseurope.eu, la asociación de comercio europeo para la industria de cosméticos y cuidado personal, la amplia mayoría de los 500 millones de consumidores europeos utilizan a diario productos cosméticos y de cuidado personal para proteger su salud, mejorar su bienestar y aumentar su autoestima. La cosmética, por tanto, desempeña un papel decisivo en nuestras vidas y nuestro bienestar personal. Ante esta situación de prosperidad y previsión de crecimiento, ciertamente no sorprende que el mercado cosmético se base en servicios de traducción para hacer frente a la demanda y crecimiento internacionales a escala mundial. Pero, ¿qué debe tenerse en cuenta en los procesos de traducción a la hora de preparar la comercialización de productos cosméticos?
Existen marcos normativos sobre cosméticos para garantizar su uso seguro, algo que no ha cambiado pese a la crisis sanitaria de la COVID-19 (ahora aumenta la presión sobre las marcas para lanzar productos innovadores al mercado), por lo que no es de extrañar que también se apliquen a la traducción de etiquetas y activos de marketing. Puesto que existen regulaciones para garantizar la seguridad de utilización de los productos cosméticos, no sorprende que también se apliquen a la traducción de las etiquetas y los activos de marketing. Los procesos de comercialización, fabricación y postfabricación requieren también procesos de traducción directa y transcreación, o copywriting, para la publicidad de los productos. Será esencial que estas tareas sean realizadas por lingüistas que no solo sean expertos en marketing, sino también en química, y que estén familiarizados con las regulaciones que afectan al idioma utilizado.
Conforme a las regulaciones sobre productos cosméticos, toda etiqueta debe incluir una lista de los ingredientes del producto, así como una descripción del mismo. En el mercado de la cosmética no dejan de introducirse nuevos ingredientes. Por este motivo, la Comisión Europea elaboró la regulación conocida como (EU) 2019/701 y, en abril de 2019, estableció un glosario de nombres de ingredientes comunes que deberá utilizarse en el etiquetado de productos cosméticos. El nuevo glosario vigente desde el 8 de mayo de 2020 es ahora referencia obligatoria para el correcto etiquetado de las listas de ingredientes de los productos cosméticos, incluida la Nomenclatura International de Ingredientes Cosméticos (INCI). Los colorantes distintos de los utilizados en los colorantes para el cabello deben nombrarse de acuerdo con la nomenclatura CI (índice de colores), cuando corresponda. El número de CI, por tanto, deberá indicarse como nombre de ingrediente común. Algunos ingredientes, como ciertos componentes empleados en perfumes, no tienen un nombre en INCI. Para dichos ingredientes deberán utilizarse los ‘nombres de perfumes’ que se hayan aplicado en la Unión Europea para fines de etiquetado. Para estos ingredientes, en consecuencia, el glosario debería indicar los nombres de perfumes que se hayan utilizado anteriormente en la UE.
Veamos un ejemplo del modo en que se muestra esta información decisiva en la etiqueta.
La comercialización y publicidad de productos demandan no solo los conocimientos habituales de un experto en química y conformidad de productos cosméticos, sino también las de un experto en marketing. Los lingüistas involucrados en este proceso deberán ser capaces de hacer que los clientes potenciales sientan la necesidad del producto y redactar en conformidad con las regulaciones aplicables. Existe, por ejemplo, un interés creciente en productos orgánicos, ingredientes naturales y sostenibilidad. Algunas de estas afirmaciones solo se podrán realizar si los productos han recibido las certificaciones oficiales o sellos de calidad, y estas características no podrán utilizase como herramientas de marketing, si el producto no las posee. Los traductores se enfrentan a la difícil tarea de encontrar el equilibrio adecuado entre la promoción de un producto y la aportación de la información idónea conforme a las regulaciones de cosméticos.
Entre los fabricantes de productos que desconocen las ventajas de trabajar con un proveedor de servicios lingüísticos fiable, hemos observado tres enfoques principales para la traducción de etiquetas y material de marketing:
- Los empleados de la empresa se encargan de la traducción de los textos y no hay un departamento interno de traducción/localización. En términos generales, los empleados de la empresa son expertos en el producto pero no son traductores profesionales. La traducción suele ser una ocupación adicional, asignada a los empleados para ahorrar tiempo y/o dinero. Sin embargo, está claro que, a la larga, estos empleados solo terminan desaprovechando un tiempo que generalmente dedicarían a su propias tareas de traducción. Al no poder trabajar a la velocidad de un traductor profesional y carecer de sus conocimientos, este enfoque, en realidad, no supone ningún ahorro de tiempo o dinero y, en cambio, puede generar resultados negativos y problemas de marca.
- Las compañías cosméticas depositan su confianza en sus distribuidores para cubrir sus necesidades de traducción en la suposición es que, ya que los distribuidores se basan en el mercado relevante y hablan su idioma, serán los traductores perfectos. Pero lo que suele ocurrir es que la calidad de las traducciones no cumple las expectativas. Hay que insistir en que los hablantes nativos no son necesariamente traductores y puede que las empresas asignen muchos recursos internos a este proceso sin lograr el estándar de traducción deseado.
- Las empresas cosméticas utilizan cada vez recursos diferentes, ya sean empleados, profesores de idiomas que trabajan para ellas e, incluso, persona conocidas, en función de sus necesidades concretas. Pero estas personas no necesariamente son expertos en el idioma relevante para el producto. Además, el hecho de que la persona responsable de la traducción sea diferente en cada ocasión dará lugar a problemas de coherencia, calidad superior, estilo y terminología.
Si recurres a uno de estos enfoques, aumentarán las opciones de poner en riesgo tu reputación de marca. Ninguna de las mencionadas constituye una estrategia clara de traducción o localización que garantice la calidad, coherencia y transmisión acertada del mensaje al destinatario. Lo más probable, en cambio, es que se asigne un gran volumen de recursos internos, e incluso externos, a una labor que no producirá resultados positivos. Si prefieres asegurarte de que la traducción de tus productos se realiza conforme a las reglas y de un modo atractivo para sus clientes potenciales, ponte en contacto con nosotros. Ahora incluso podemos actualizar o elaborar tus vídeos de animación empresarial con tecnología 3D, realidad aumentada y virtual o preparar su presentación en línea con las nuevas cabinas virtuales.
Contáctanos para más información. CPSL cuenta con un servicio de soluciones digitales multilingües, que incluyen 3D para realidad virtual y aumentada, así como la creación de prototipos y modelos.
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