Hace años, la gestión terminológica parecía estar orientada, sobre todo, a las empresas con jergas altamente especializadas. Pero lo cierto es que, hoy en día, tener un buen sistema de gestión terminológica puede ayudar a cualquier organización a destacar entre sus competidores, posicionarse en el mercado mundial y hacer brillar su marca. Si todavía es escéptico respecto a los beneficios de la gestión terminológica para las empresas que buscan una internacionalización sin contratiempos, esta publicación es para usted.
Las empresas que desean tener presencia internacional en la red y fuera de ella, y que quieren comercializar sus productos en el mercado mundial actual, ya se han dado cuenta del potencial de traducir sus textos y contenidos de un modo profesional. Algunas confían en expertos en traducción y localización que les pueden ayudar a alcanzar sus metas globales, y otras recurren a expertos en traducción internos. En ambos casos, es evidente que una estrategia efectiva de traducción y localización pasa por la implantación de un sistema de gestión terminológica.
Hace años, cuando se hablaba de terminología, los expertos en traducción solían referirse a un índice de términos específicos utilizados en una disciplina, campo temático o dominio concretos. Pero, en la actualidad, cualquier empresa y marca puede desarrollar su propia terminología corporativa. La terminología específica de la empresa no incluye únicamente términos preferidos por esta; también puede ser jerga específica que haya creado la propia empresa, incluidas palabras que transmiten inmediatamente sus valores y creencias, como nombres de productos y eslóganes. La terminología específica de la empresa puede incluso abarcar una ortografía específica corporativa, particular e inusual. En la publicación Terminology Management Systems Comparison Nimdzi Insights cita: «compartir nuevos nombres de productos y funciones» como uno de los tres motivos principales por los que las empresas deberían invertir en la gestión terminológica. Los contenidos en línea han ido adquiriendo cada vez más importancia en los últimos años, y las empresas también han ido perfilando sus preferencias en cuanto a sus sitios web en consonancia con las exigencias de su estrategia de optimización en motores de búsqueda o SEO, por sus siglas en inglés (que puede ser distinta de la que se utiliza fuera de la red).
Dada la complejidad y el carácter variado de la terminología de hoy en día, se requiere una estrategia de gestión terminológica para garantizar la traducción apropiada de un término específico del sector, contexto o medio determinado en el que se emplee, y para asegurar la fructífera internacionalización del contenido.
La gestión terminológica empieza con la identificación de este tipo de términos en fuentes textuales específicas (utilizando para ello procesos tales como la extracción terminológica). Una vez identificados, los términos se pueden organizar en glosarios, que son similares a los diccionarios. Un glosario puede sugerir una definición, un contexto de utilización y una traducción para cada término. El responsable del glosario validará seguidamente las definiciones de los términos con el fin de que puedan disponer de ellas los especialistas que trabajen en tareas de traducción o redacción de documentos técnicos o de contenidos. Para ello, existen varias herramientas de software de gestión terminológica, y estas permiten actualizar o revisar los glosarios periódicamente.
Está claro que la gestión terminológica no es una tarea aislada y exige la colaboración mutua de distintos departamentos de la misma empresa —tanto si el objetivo es formular una estrategia de gestión terminológica interna y traducir los contenidos internamente como si se trata de entablar un intenso diálogo con un proveedor de servicios lingüísticos (PSL), en el caso de quienes se decantan por subcontratar la traducción a un proveedor de confianza. Todas estas consideraciones, sumadas a la terminología extremadamente específica de algunos sectores empresariales o algunas empresas, pueden resultar abrumadoras y desmoralizantes, tanto si usted desea establecer su propia estrategia de gestión terminológica como si piensa en trabajar con un PSL. No obstante, si se está planteando crear un sistema de gestión terminológica robusto, o recurrir a un socio de confianza para que se lo cree, todo serán ventajas e incluso aumentará el rendimiento de sus inversiones. Se lo explicamos a continuación.
- La gestión terminológica le ayuda a optimizar sus procedimientos.
La gestión terminológica no es tan solo una solución que le ayudará a utilizar un lenguaje coherente y estandarizado en su empresa (algo que, por supuesto, tiene un valor incalculable ya de por sí). Si usted implanta un proceso de gestión terminológica, este no solo definirá el lenguaje que utiliza su empresa para comunicarse, sino que el hecho de tener un sistema de gestión terminológica consolidado también estandarizará los conocimientos que se intercambien entre sus sucursales y filiales. Los glosarios y los contenidos creados para este fin pueden utilizarse como parte del proceso de acogida de nuevos empleados. Puede utilizarlos como fuente de referencia cuando cree materiales para ayudar a los empleados, a los recién llegados y a los veteranos, a ponerse al día y mantenerse al tanto de cualquier renovación de la marca o cualquier cambio en el tono que emplee para dirigirse a su público. Según estudios realizados por Acrolinx, y compartidos por Nimdzi Insights, si bien muchos equipos de contenidos realizan un trabajo bastante bueno en la gestión de terminología en su departamento, lo cierto es que tienen dificultades a la hora de gestionar la terminología en el conjunto de la empresa. Nimdzi añade, además, que los diversos departamentos utilizan términos diferentes, lo que genera confusión y problemas de coherencia. Ahí es donde la gestión terminológica le puede ayudar.
- La gestión terminológica reduce el riesgo de errores.
El seguimiento de un proceso para establecer cómo debe traducirse la terminología, y en qué contexto, reduce (o incluso elimina) el riesgo de que sus traductores internos o externos, gestores de contenidos o redactores técnicos cometan errores o introduzcan incoherencias en un texto determinado o en diversos textos y proyectos a lo largo del tiempo. Esto es especialmente relevante en el caso de los textos técnicos, pero también cuando los contenidos comerciales y la jerga específica de la empresa juegan un papel destacado.
- La gestión terminológica mejora sus actividades de SEO.
No es lo mismo redactar (y traducir) documentación técnica y material adicional de marketing que redactar material para la web. Si todos estos tipos de textos tienen que ser impecables y sonar naturales en la lengua de destino, el material de marketing fuera de la red y el contenido del sitio web también tienen que resultar atractivos a sus clientes potenciales. Es más, existen una serie de requisitos concretos para el contenido web que deben cumplirse para llegar al mayor número posible de visitantes en línea: seguir una estrategia de palabras clave (y gestionar las palabras clave como elementos terminológicos) es esencial para que su sitio web aparezca en un lugar destacado en los resultados arrojados por los motores de búsqueda en las consultas pertinentes.
- La gestión terminológica mejora la productividad en varios sentidos.
Si usted dispone de un sistema de gestión terminológica, puede hacerles la vida más fácil a sus recursos, ya sean traductores o redactores de contenidos, internos o subcontratados. Un glosario de términos compartido y aprobado reduce considerablemente el tiempo que tienen que dedicar a las búsquedas antes de traducir o crear contenidos, lo que les permite dedicar más tiempo a la revisión final y obtener una mayor calidad de un modo más rápido y sencillo. La aceleración del proceso de traducción y de creación de contenidos, además de preservar la calidad y la coherencia, es una ventaja definitiva si lo que desea es reforzar su marca y llegar a sus mercados objetivo con rapidez. En esta infografía se muestra el proceso que seguimos cuando creamos un sistema de gestión terminológica para nuestros clientes. También ilustra los beneficios, que comportan una situación en la que salen ganando todas las partes del proceso:
Pulsa aquí para ampliar la infografía
- La gestión terminológica impulsa la imagen de su empresa.
Si tiene traducciones estandarizadas para su terminología, transmitirá una imagen profesional y organizada de su empresa —el tipo de empresa a la que cualquiera acudiría para hacer una consulta o una transacción comercial. Si todos sus procesos internos proceden de la misma fuente en cuanto a terminología, sin lugar a dudas sus recursos internos y externos valorarán el hecho de trabajar con una empresa como la suya, y su retención del personal y su actividad global mejorarán automáticamente.
- La gestión terminológica implica estar al día en cuanto a requisitos normativos.
Si está familiarizado con la normativa y la certificación, probablemente sabrá que la terminología es uno de los fundamentos de la norma ISO 17100:2015, una norma de calidad desarrollada específicamente para los proveedores de servicios de traducción. Describe la estandarización como una forma de valor añadido, y algo a lo que los traductores deberían prestar atención (la norma en cuestión hace hincapié en el «cumplimiento de la terminología específica del dominio y del cliente» y en la «coherencia terminológica en toda la traducción»). Si recurre a un PSL porque quiere subcontratar traducciones o la gestión de su terminología, asegúrese de que su socio esté certificado.
Si desea gestionar la terminología de un modo profesional y sentar las bases para su expansión en el mercado, póngase en contacto con nosotros. También puede descargarse esta guía sobre gestión terminológica.
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